TERRORES

 SIN MIRAR 

Viajaba con mi familia y en el trayecto del mismo se descomponía nuestro transporte, pidiendo ayuda en medio de la nada, encontrábamos una cabaña en la cual nos internamos siendo que tenia lo que necesitábamos sin encontrar a nadie en su interior. Después de algún tiempo escuchamos alaridos horrorosos afuera, que nos aturdieron y nos dieron miedo, al mismo tiempo. Un anciano toco la puerta, lo dejamos entrar creyendo que era el propietario de la misma, estaba sudando y temblando. Nos dijo que todos en aquel pueblo habían tenido que emigrar, porque alguna presencia extraña los rodeaba en las noches y les mataba.

 Siendo el uno de sobrevivientes, nos explico que cuando esta llegará a donde estábamos, teníamos que cerrar los ojos y alejarnos de las paredes  construidas de madera vieja. Al rededor de las 2 de la mañana escuchamos aquel monstruo afuera, rasguñando las paredes y aullando gravemente. Lo único que mire entrecerrando los ojos era unas largas uñas que lograban internarse en la madera rota. Después de hablarnos quedo, agarrarnos de las manos para conducirnos y escuchar como a tres de nuestros familiares los arrancaban de nuestras manos, siendo que el peligro se prolongo por mucho, salimos disparados de aquella casucha presintiendo lo peor. Nada paso, la luz del alba empezaba a iluminar nuestro angustioso nuevo día. 

                                                                                                                                 SOFI 

LA FIGURA DEL FONDO

Estaba ahí, desconcertado por haber despertado en otra cama, en otra casa, miré a mi alrededor y se encontraba mi padre en una de ellas, miré por todas las direcciones posibles, para imaginar si esto era real, ¿Era posible tanto detalle para seguir en un sueño?

No lo sabía y necesitaba respuestas, al fondo se encontraban dos habitaciones en la primera simulaba ser un pasillo para la segunda habitación, en la cual se encontraba una puerta y un alfombra beige, de lado derecho estaba una cortina de color azul, rápidamente mi padre hizo un movimiento y pude ver qué llevaba los lentes encima, y un libro entre brazos, miré nuevamente hacia los cuartos y una cara se miraba hacia mí, por más que quise resistirme y hacerme el fuerte, mi cuerpo respondió primero, mi estómago se volcó, mi piel se erizó al mirar en el suelo, el cuerpo sin vida de mi madre, me dieron ganas de vomitar, y por inercia me hice hacia atrás, solo para encontrarme con el cuerpo de mi padre en otra posición pero muerto sobre la cama, todas las cobijas llenas de sangre y unas huellas de su mano en la ventana, miré nuevamente al cuarto del fondo y una sombría figura sin ningún color estaba parada y mirándome fijamente, por más que buscaba algo que lo identificará no encontré nada, a mis espaldas pude escuchar un rechinar de una bota cuando trate de voltear ya me habían puesto una bolsa negra que me impedía ver, todo desesperado buscaba cosas entre mis manos para defenderme, finalmente algo punzante atravesó mi espalda y comencé a sentir que me desvanecía, lo extraño fue que no he podido despertar de mi sueño y solamente escucho sonidos pero sigo sin ver nada.

                                                                                           Arnulfo Emmanuel Díaz González